lunes, 15 de septiembre de 2014

Cartas de un viejo amor

Me gusta el sonido de la lluvia repiqueteando contra la ventana. Adoro leer viejas cartas. Adoro los paseos nocturnos y encontrarme con Marina. La playa, ese lugar tranquilo. De noche y solo con la luz de la casita de T. que sigue levantado a estas horas. De noche y contemplando cómo te quitas el sujetador. De noche y saboreando tus labios. De noche y solo agua, arena y de parásitos en el agua.

1 comentario:

Wilhemina dijo...

Las estrellas, si pudieran hablar, nos confiarían miles de secretos ajenos.