lunes, 29 de septiembre de 2014

Desfragmentación

Y ahí esta otra vez. Ese mensaje de texto, tan normal visto sin leer y tan agresivo, si se le prestaba un poco de atención. Eso era justamente lo que ella deseaba: atención. Y con aquella pandilla de atontados, que le daban lo que quería sin nada a cambio, la obtenía de la que había sido su pareja durante poco más que año y medio.

Entonces le empezó a gritar, a chillar, a pedirle explicaciones sobre lo que el mensaje, tan pulcramente mostraba. Tanto gritaba, que explotó.

El asombro cundió en el grupo, quedando solo una muestra negra en el suelo de lo que antes había sido una persona gritando explicaciones sin sentido.

-Bueno... ¿dónde queréis ir a cenar? -preguntó uno, volviendo la vida a la normalidad, con más sosiego y tranquilidad.


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