lunes, 8 de septiembre de 2014

Arañas y moscas

La araña invitó a tomar la merienda en su casa a la señora mosca que, a pesar de que desconfiaba un poco de la araña, aceptó la curiosa invitación.

Llegó volando la señora mosca (literalmente) a la casa de la araña. Esta ya había dispuesto los platos en la mesa y, aunque los vasos estaban servidos, no se veía ningún tipo de alimento.

-¡Hola, araña! ¡Ya llegué! Pero, ¿dónde está la merienda? -dijo la señora mosca.

-Hola, incauta mosca. ¡La merienda eres tú!

-Oh...

La araña se abalanzó sobre la mosca y la señora mosca, ni corta ni tonta, le arrancó de un mordisco la cabeza a la araña.

-Deliciosa merienda, señora araña. Lástima que no pueda saborearse, ja, ja, ja -dijo la señora mosca, con la boca llena.

1 comentario:

Wilhemina dijo...

O_o No volveré a ver a las moscas igual...