lunes, 13 de octubre de 2014

El comienzo

Vuelta otra vez a todo. Era inevitable, claro. Pero no le entusiasmaba nada tener que recuperar su rutina de Invierno, dejando de lado lo divertido del Verano: levantarse tarde, perseguir a su novia por la casa, hacerlo en todos los rincones de la casa, cocinar juntas... Todo eso se iba a ver sustituido por los trabajos, los deberes, los encargos...

Resopló. Sí, iba a ser duro intentar recuperar algo de la vieja rutina de siempre.

Se encogió de hombros al recordar aquellos pensamientos de la vuelta; luego volvió a agitar el spray y ponía otro pequeño montículo de nata en su ombligo, completando el camino de nata y empezando a poner los trozos de fresas encima de estos.
-Mmm... Seguro que será divertido cuando lo termine -musitó.
-Está fresquito -comentó ella, atada a la cama, con los ojos vendados, desnuda y con una sonrisa en los labios sonrosados.

Tras un largo día, había conseguido convencerla para jugar a las cocinitas, empleando lo que le habían enseñado aquel día en el curso. Básicamente, la cobertura de las tartas.

Después de todo, se dijo mientras empezaba a comerse el caminito dulce, no había sido para tanto.

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