lunes, 24 de febrero de 2014

Placer silencioso

Üna tenía una costumbre peculiar. Gozaba tocándose el vello muy corto de la entrepierna, en el más pulcro silencio. Si oía un sonido, por mínimo que fuese, aquella placentera actividad, dejaba de tener sentido. Üna se perforó, una tarde, los tímpanos con un cuchillo. Üna es feliz.


6 comentarios:

Nimy dijo...

Con tal de seguir de disfrutar de tan extravagante placer, es capaz de renunciar a la voz del mundo. Interesante, desde luego.

- Feliz regreso.

Mir dijo...

<3 Me gusta, breve pero impactante.

Wilhemina dijo...

Uau, no creo que fuera capaz de ser tan extremista por placer... XD

Alien de Andromeda dijo...

plas, plas, plas, plas, ¡maravilloso! :D

Trinity dijo...

Eso tuvo que doler, auch...

Azatoth dijo...

No está mal, para retomar tras tanto tiempo.

Aunque cabe reconocer que llevar un placer al extremo puede ser inquietante.