miércoles, 4 de septiembre de 2013

Juegos infantiles

Su hermana la perseguía por todo el jardín, en uno de los muchos juegos inventados para pasar el rato antes de que ambas se hicieran mayores y se distanciaran. La mayor llevaba una flauta corriente y se hacía pasar por una pueblerina a la que el destino había elegido para una importante misión. La tarea de la pequeña era más simple: convencer a la pueblerina para que tocara una canción y le fuera revelada su misión.

La hermana mayor se sentó al borde del estanque y al fin, la menor le dio alcance.
-¡Tócala de una vez y acabemos con este estúpido juego! -dijo ella, aburrida. Ya desde el primer momento le pareció una sandez.
La hermana mayor, interpretando su papel, obedeció y, teatralmente, se sorprendió de algo que no estaba pasando.
-Fin del juego -dijo la otra, con exasperación-. Me voy dentro, no quiero jugar más a estas tonterías -refunfuñó.
Sin embargo, la mayor se quedó observando su flauta, rodeada por motas de polvo verde brillante. Un aura de luz rodeó el estanque...

Un mundo en peligro la necesitaba y no regresó hasta la hora de la comida.


4 comentarios:

Wilhemina dijo...

¡Ahí va! De ahí salen libros interesantes jajajajaja

Alien de Andromeda dijo...

Lo que hace la imaginación, ché

Frauenwelt dijo...

¿El nuestro o el suyo?

Mir dijo...

Qué pocas líneas has necesitado para contar una historia, ¡y ganas de más!