jueves, 28 de mayo de 2015

Hazlo

Notaba la pulsación a mil por hora. Su corazón también parecía decírselo.

Quedaban menos de cuarenta segundos para que llegase el metro. 

Tenía que hacerlo, claro que sí.

Treinta y cinco segundos.

Su consciencia e inconsciencia prácticamente se lo estaban gritando: "¡Halzo!".

Veinte segundos.

Le temblaban las manos. ¿Estaba sudando? 

Quince segundos.

Mariposas en el estómago. Ese hormigueo... 

¡Hazlo!

Diez segundos.

¡Hazlo!¡Hazlo!¡Hazlo!¡Hazlo!

Entra.

¡Hazlo!¡Hazlo!¡Hazlo!¡Hazlo!¡Hazlo!¡Hazlo!¡Hazlo! ¡¡HAZLO!!

Cuando el tren ya estaba a punto de rebasarles, la empujó a las vías. 

-¡Quédate parapléjica, zorra!


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