jueves, 18 de julio de 2013

Delicias escondidas

Iba de camino a la cocina cuando oyó el primer crujido. Arqueando una ceja, se asomó al pequeño armario que usaban para guardar la compra. Se había sentado en el suelo, mientras comía barquillos de canela y leía, absorta de toda realidad.
-Eh... -dijo, entreabriendo la puerta-. No te comas todos los barquillos de canela. No van a traer más.
-Descuida -repuso ella, haciendo como si la hubiera oído.

Al día siguiente, tras preparar el té se fue en busca de los famosos barquillos de canela. Ya podía haber buscado y puesto patas arriba que no los encontraría.

2 comentarios:

Frauenwelt dijo...

Mensaje recibido u.u"

Trinity dijo...

Seguro que fue sin querer XDDDD