Los celos nunca habían sido uno de sus mejores aspectos de su personalidad. Todos decían que los celos se la comían viva. Al final resultó ser verdad. No quedaron ni los dientes.
A pesar de que era un matrimonio feliz, visto desde fuera era difícil de entender, dado que a ella le gustaba acostarse con otros hombres. Pero lo que la gente no sabía era que a él le encantaba ver a su mujer acostándose con otras personas dado que él era candaulista.