Podría haber sido un día cualquiera, Podría haber pasado el día disfrutando, como otro cualquiera, solo que con una vestimenta un poco extravagante debido a que era carnaval. Lo pasaba bien, como decía, entre compañeros que vestían de payasos, de médicos, de secretarios, de vampiros, de brujas, de cavernícolas... una gran variedad de disfraces y él, tan tranquilo paseándose por los pasillos, comentando esto y aquello con unos pocos amigos que veía aquí y allá, dispersos y felices.
Se le acercó una persona, curiosa por su vestimenta. Le parecía un gato muy simpático hasta que, como más de una vez, habló y estropeó su primera impresión.
-Oye, tío, ¿y tú de que te has disfrazado? Pareces un científico ochentero con esas pintas, ja, ja.
Él sonríe un poco cohibido y responde que es una crítica social hacia los transgénicos, como las sandías sin pepitas.
El otro, el gato, le miró sin entender. Y dijo:
-¿Qué son los transgénicos?
Él sonrió y sacó el lanzallamas. Convirtió al ignorante en una parrillada excelente.
Todos sus compañeros disfrutaron de la jugosa carne del hombre-gato-ignorante.
Y estaba de rechupete. A pesar de todo.
5 comentarios:
Apetitoso...
Barbacoa jajajaajajaja
Puede ser.
Hay días buenos y días malos para escribir microrelatos. ¡Ánimo!
Pasemos un tupido velo mientras en el otro lado se practica el canibalismo...
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